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Hijos
de exiliados piden ser españoles
El
Parlamento reclama de "manera urgente" la nacionalidad para los
'niños de la guerra'
M. S.-P..
MADRID. Unos 50.000
descendientes directos de los millares de exiliados durante la
Guerra Civil han pedido -hasta ahora sin éxito- al Congreso y a la
Administración ser reconocidos como españoles. El colectivo Morados,
que agrupa a los hijos y nietos de refugiados españoles, reclamó el
lunes al Defensor del Pueblo, Enrique Múgica, que recurra ante el
Tribunal Constitucional la reforma de las leyes sobre acceso a la
nacionalidad que entrarán en vigor en enero y que abrirá las puertas
a la ciudadanía a miles de descendientes de españoles, pero que
negará el pasaporte a los hijos de aquellos españoles descendientes
de exiliados que no nacieron en España. Ayer, el Congreso se unió a
esta demanda y exigió además al Gobierno una "política integral" que
recoja ayudas económicas para los exiliados que aún viven y el
derecho al voto para los hijos y nietos de aquellos españoles.
La cruzada de este
colectivo les ha llevado ya a enviar 4.000 cartas al Rey para que
interceda por los descendientes de exiliados y remitir otras 3.000
solicitudes al presidente José María Aznar para que el Partido
Popular acepte que los descendientes de los españoles que no
nacieron en territorio nacional también puedan acceder a la
nacionalidad.
La Comisión
Constitucional pidió ayer al Ejecutivo que esa nueva política no sea
sólo un reconocimiento moral sino que incluya también una "protección
económica y social" para los ancianos exiliados aún vivos, que en
muchos casos se encuentran en una situación financiera muy precaria.
Unas ayudas que el
Congreso quiere que se trasladen también a los denominados niños de
la guerra que nunca volvieron a un país en el que ya no tenían
familia y que se quedaron a vivir no sólo en Rusia, sino en Francia,
Bélgica, Reino Unido, México y Dinamarca, tal y como ayer recordó en
la Cámara Baja el diputado socialista Alfonso Guerra, presidente de
la Fundación Pablo Iglesias.
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